Resurrección

Obra de Oscar Astromujoff (óleo sobre papel, imagen tomada de internet) 

El día que se mueran todas las religiones renacerá Dios
libre
bendito
desatado de las ligaduras opresivas de sus propios vástagos
de sus egolatrías
de sus mentiras
y levantando el velo de los que dicen hablar en su nombre
golpeará sus bocas con saña
una y otra vez
hasta reventarles los labios

y arrojando el peso de su mirada sobre cada uno de nosotros
(malditos, ¿por qué habéis matado en mi nombre?)
sin necesidad de emitir palabra alguna
(por qué habéis ignorado a los pobres?)
dejará caer sobre el hollín de nuestras conciencias
(por qué habéis ninguneado a las mujeres?)
las gotas coaguladas de su llanto
(y a los niños? y a los negros? y a los perros?)


y entonces
de entre las aguas primigenias de todo
de la fuente misma del espíritu
de la vida impropia
la semilla germinal de lo invisible emergerá y nos descubrirá su cara
y advertiremos que siempre ha estado ahí
entre nosotros
junto a los pliegues resecos de las sin nombre
bajo las alas de los insectos que gobiernan las ciudades
en el interior del pez muerto y engullido sin prejuicio por los colmillos de los todopoderosos


y a todos ellos dirá adiós
(y a nosotros también)
no sin antes pronunciar sus
(esperadísimas)
últimas palabras:

hijos del alma
cosed el cielo de vuestras bocas con el pelo hirsuto de
los que se ahorcaron
por vuestra culpa

y después de los despueses
en calma ya
bajo esa sombra que emana de la letanía púrpura del silencio
arrancad de vuestra cara los párpados
y contemplad sin ellos
meditabundos
el largo páramo que se ha erguido
entre vosotros y yo
...

(y en ese momento
la figura informe de eso que llamábamos demonio
-nosotros mismos-
se encontrará por fin ante sus propios escombros
y alzando su dedo corazón al cielo
nos revelará de manera inequívoca
la senda de nuestro destino).


JAJ (Abril de 2016)

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